El protocolo OBD-II es el sucesor del OBD/OBD-I (Diagnóstico a bordo) y cuenta con actualizaciones y mejoras en el sistema de diagnóstico del vehículo. Sirve para detectar fallos químicos, mecánicos y eléctricos que afecten las emisiones de gases contaminantes del vehículo al medio ambiente y para identificar cualquier otra avería que presente el automóvil.